Después de meses de un proceso accidentado, finalmente se han revelado los postulantes para la administración del órgano judicial y el Tribunal Constitucional Plurinacional. Lo curioso es encontrar perfiles fuertemente vinculados a la política, y con señalamientos de hechos de corrupción. Uno de los nombres destacados es el del Abg. Eberth Almendras, una figura política conocida en la ciudad de Sucre. Almendras fue el hombre de máxima confianza del ex gobernador de Chuquisaca Esteban Urquizu, ocupando cargos de jerarquía en la gobernación y utilizando sus influencias para beneficiar a su familia con puestos privilegiados.
Entre sus acciones, Almendras acomodó a su esposa, María Susana Quispe Vedia, como funcionaria de Fancesa, y a su cuñada, Rosalia Quispe Vedia, como vocal del Tribunal Departamental Electoral de Chuquisaca. También se le atribuye haber articulado una alianza entre Urquizu y el ex fiscal general, Ramiro Guerrero, lo que generó complicidad para la prevaricación. Por otro lado esta el Abg. Anatoly Flores, que también fue un estrecho colaborador de Urquizu, y quien fungió además como director de YPFB, se le atribuye ser uno de los responsables de la pérdida del Campo gasífero «Incahuasi», además de señalamientos de hechos de corrupción en su paso por la cementera estatal «Fancesa».
A pesar de su pasado, estas figuras políticas ahora con el respaldo del “evismo” en la Asamblea Legislativa Plurinacional, y apoyados por funcionarios estatales de la gestión de Luis Arce, tuvieron el descaro de presentarse como candidatos para administrar «justicia». Con estos antecedentes, el «evismo» en la A.L.P. parece inclinarse hacia Almendras, y Flores; lo que sugiere que podría ser seleccionado para servir a los intereses de Evo Morales, como también al ”Clan de la familia Urquizu-Cuellar y sus allegados”.